lunes, 31 de marzo de 2008

Aquí estamos de nuevo

Tendremos que arrepentirnos en esta generación no tanto de las acciones de la gente perversa, sino de los pasmosos silencios de la gente buena
Martin Luther King

Retomo mi labor bloguera. Las intenciones de este nuevo blog son, en principio, menos ambiciosas que las del que lo precede y no estará limitado a temas políticos –aunque supongo que serán mayoría– al menos hasta el momento en que el blog coja su propio “puntillo”. Espero que el título del blog no ofenda nadie, no es mi intención y siempre cabe la posibilidad de transmutarlo a “Un país ¿de locos?”

Quiero empezar de la misma forma en que terminé mi anterior blog, con música. En este caso, un tema del grupo Tears for Fears, de gran éxito a finales de los 80 y primeros 90. El tema pertenece a su último disco “Everybody Loves A Happy Ending” y se titula Secret World.



Las zapatos plataforma de Sarkozy

















Me llamó la atención esta fotografía vista en EL PAÍS en la que se puede apreciar los tacones que se gasta Sarkozy.

Un palo al gobierno
Desaparición de la tarifa nocturna
LUIS MIGUEL COBO PERNíA
Como todos los usuarios de la tarifa nocturna sabrán, ésta desaparece. El Gobierno, con el Real Decreto 1634/2006, perjudica gravemente a los usuarios de esta tarifa eléctrica. Nosotros hicimos en su día una importante inversión para adaptarnos a ella, pues el mismo Gobierno y empresas eléctricas nos lo proponían como alternativa económica y limpia de calefacción. Hoy día, una vez hechas las inversiones necesarias, algunas muy recientemente y aún no amortizadas, el Gobierno, espoleado por las empresas eléctricas, da marcha atrás y la retira sustituyéndola por otra mucho más gravosa para nuestros intereses (alrededor de un 40% más). Además, es necesario realizar modificaciones en la instalación eléctrica, con el coste que eso supone y que corre a cuenta del usuario.
Yo me pregunto si un Gobierno puede saltarse a la torera algo tan importante en democracia como es la "seguridad jurídica", reconocida en el artículo 9.3 de la Constitución, que impide la retroactividad de disposiciones no favorables para los intereses de los afectados sin una compensación.
¿Se va a fiar alguien, de aquí en adelante, de este Gobierno, o de cualquier otro, cuando propongan a los ciudadanos invertir en algo que luego pueden echar atrás.