Vuelven los perseguidos

Foto EFE, vía elconfidencial.com

Ahí los tienen, recien llegados del exilio forzoso al que se han visto obligados debido a la persecución que están sufriendo por parte de la persona más dictatorial del mundo (Ana Mato dixit) que ha convertido España en un estado policial (De Cospedal y Tal dixit) en el que ahora ellos son los perseguidos pero cualquiera puede serlo mañana (Saenz de Santamaría dixit) como sucedía en la Alemania nazi. Un estado policial en el que los ciudadanos de bien que con Franco vivían una situación de extraordinaria normalidad y placidez (Mayor Oreja dixit), ahora se ven perseguidos, detenidos, esposados, espiados...

Pero, a pesar de todo ahí los tienen, animosos y sin perder la sonrisa y con ese color moreno que confirma que la situación de terrible exilio que han vivido estas semanas ha sido extraordinariamente dura y no han tenido techo bajo el que cobijarse de los rayos solares...

Ahí los tienen: se han hartado tanto a actuar sin complejos que al final han terminado por perder el sentido del ridículo.

A tumba abierta

Ahí lo tienen, Mariano a tumba abierta contra las instituciones democráticas.

Hace unos meses, Mariano, tras las elecciones europeas, y con la ayuda de la crisis económica y la soberbia de Zapatero, se veía presidente. Mariano pensaba que con sentarse y esperar, Zapatero caería sólo. Pero la crisis amaina y la corrupción (pongamos que presunta) dentro de su partido arrecia. De tal forma que el sueño de Mariano parece desvanecerse. Así que en el PP se han puesto de los nervios, y con razón. Los escándalos de corrupción (presunta) que asolan al partido no tienen paragón en treinta años de democracia. Un escándalo en toda regla que conviene tapar sin dar explicaciones y montando un cristo de muy señor mío.

A Mariano sólo le ha faltado salir en chanquetas para decir que su partido es espiado y perseguido por el gobierno, por la policía y por los jueces. Oiga, por Dios, ¿pero esto es serio?

La denuncia del PP es demencial. Y bastaría con tres datos para darse cuenta de ello:
– Un líder de un partido que está siendo sometido a escuchas telefónicas ilegales no se va ni de vacaciones ni de chiringuitos. Va a la fiscalía y presenta una denuncia en toda regla.
– Un partido que piensa que está siendo sometido a escuchas ilegales telefónicas no amenaza con acudir a las instituciones europeas: acude a un juzgado. Lo otro son ganas de desviar la atención y montar la escandalera.
– ¿Qué prueba presentan? ¡Una presunta grabación de la que si algo puede decirse es que Camps (imputado por cohecho) ha tenido información privilegiada de parte de algún inspector de la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales!

¿Qué clase de panda de nihilistas enloquecidos están al frente del PP? No sé si el gobierno de Zapatero es bueno o malo, pero es que, al lado de esta banda, no es que sea bueno, es que es un fenómeno.

El corralito de Mariano

Hace unos días hablaba Mariano del corralito al que según él nos lleva Zapatero (“¡España se rompe!”, ¿recuerdan?). Llega tarde el grumete de la tropa popular, hace meses que Marc Vidal dejó de hablar del corralito...

Pero para corralito, gallinero o jardín –llamenlo como quieran– el que tiene montado el partido de la tropa popular, en el que desde que el TS¿J?CV decidiera archivar el caso Camps, no ha pasado un día sin que un destacado miembro de la mencionada tropa no haya salido a cacarear más alto que el anterior. Desde el ex minis-Trillo, que afirma que lo de Camps es un montaje de De la Vega y Leire Pajín, a Fabra y sus “chanzas”, pasando por el corralito de Mariano hasta llegar al paroxismo final de De Cospedal y tal.



¿Pensaba acaso el gobierno que De Cospedal iba a retractarse de sus declaraciones del pasado lunes? ¿alguien en su sano juicio podía pensar que los que nunca dan explicaciones ni asumen responsabilidades ni dimiten fueran a rectificar unas acusaciones tan graves? Pedir al PP que rectifique es como esperar a que llueva hacia arriba. El PP utiliza la técnica del patapum p'alante que hiciera famosa el ex selecionador español de fútbol Javier Clemente y que tanta gloria deparara en su día al equipo nacional...

Para corralito, gallinero o jardín, el que tiene montado Mariano en su partido, en el que no pasa un día sin que haya un nuevo imputado o detenido, desde Madrid a Mallorca pasando por Valencia. El hedor es insoportable, oiga. Y Mariano de chiringuitos.

Pero las declaraciones de hoy de De Cospedal tienen, además, otra interpretación: bien pudieran tener un carácter preventivo para preparar a su muchachada de lo que piensan pudiera acontecer en un futuro.

Se admiten apuestas.

Quien tiene un amigo... tiene un tesoro

Eso debía pensar El Bigotes de su amistad con Camps, el “honorable” Presidente de la Generalitat de Valencia. Y eso mismo debía pensar el “muy honorable” (entre comillas y mucha chanza, aunque maldita la gracia que hace) de Camps de su amistad con el presidente del TSJCV, Juan Luis de la Rúa.

¿Soy yo el único que piensa que un juez no está en condiciones de juzgar a sus amistades y que el hecho de que esta amistad exista es motivo más que suficiente para plantear la recusación o inhibición de dicho juez? Una vez más la izquierda de este país volvió a pecar de ingenuidad al no plantear dicha recusación. Es algo que se veía venir, sobre todo viniendo de una comunidad, la valenciana, en la que el PP parece tener carta blanca para actuar como le venga en gana (recordemos las conversaciones telefónicas de Zaplana o el caso Fabra).

A la vista de la decisión tomada por 2 de los jueces del TSJCV, tengo la impresión de que hay jueces que no tienen el más mínimo respeto por el cargo que representan.

Esperemos que el Tribunal Supremo ponga orden en lo que parece un auténtico desaguisado.

Rajoy: "Ha ganado el sentido común frente a la Inquisición"
"Ha ganado la justicia, el sentido común y los vendedores de tila, porque seguro que hay algunos de los nervios" ha afirmado durante su intervención ante el comité de la Junta Directiva del PPdeG en Santiago. "Muchas felicidades, Camps", ha sentenciado Mariano Rajoy.
Cadena Ser, 03.08.09

Me parece que el concepto de justicia que tiene Mariano es muy particular y difiere profundamente del mío. Y qué decir de su concepto del sentido común. No, Mariano, no ha ganado la justicia, ha ganado la impunidad. No, Mariano, no ha ganado el sentido común, puesto que el sentido común dice que si hay amistad entre quien juzga y el acusado, dicho juez debería haberse inhibido o, para evitar sospechas, haber solicitado su partido, el PP, la inhibición del juez De la Rua.

Y sí, Mariano, estamos de los nervios. Estamos de los nervios quienes pensamos que la justicia debería ser igual para todos, incluso, sí, para los mandamases del PP. Estamos de los nervios porque la impunidad de la que parece gozar tu partido en la Comunidad de Valencia es una vergüenza para los que creemos en la democracia.

Para mí el señor Camps es, como poco, un sinvergüenza. Un sinvergüenza que ha venido mintiendo desde el momento en que su nombre se asoció a la trama Gürtel. Y Mariano Rajoy el defensor de un sinvergüenza.

Un escalón menos

Hacia la impunidad:

El TSJV se dispone a archivar el caso Camps tras las presiones del PP
Federico Trillo ha estado, según han señalado a la SER fuentes jurídicas, en contacto permanente con los magistrados que deben decidir si el presidente de la Generalitat debe ser juzgado por los trajes que recibió de la trama de Correa.- La sala que tiene la úñtima palabra está presidida por el magistrado De la Rúa que mantiene una estrecha relación con Francisco Camps.
Cadena Ser, 31.07.09

De ser cierta esta información estaríamos en presencia de unos hechos de una enorme gravedad. Un escándalo judicial y político del que no sé si los jueces del TSJV son conscientes.

Resulta llamativo el hecho de que el encargado (según la información de la Cadena Ser) de forzar la decisión de los jueces sea el mismo que se encargó de preparar la denuncia por prevaricación contra Garzón... (que posteriormente fue archivada por el Supremo).

Al PSOE y a la fiscalía le corresponde ir pensando en tomar las decisiones oportunas en cuanto a recursos o recusaciones pertinentes.