Desde el accidente del Yak ya sabíamos que el alma de
Trillo era muy negra. Ahora, tras el artículo de
Fernando Garea publicado ayer en
EL PAÍS,
Trillo dispara de nuevo al pianista, sabemos también quién es, según dicho periodista, la mano negra que está detrás de la campaña desatada contra el juez
Garzón y el sastre
José Tomás por parte de medios como
EL MUNDO y
ABC, que más que como medios de información, actúan como mercenarios al servicio del
PP.
Trillo dispara de nuevo al pianista
Dirige la estrategia judicial del PP desde hace 20 años, con ataques a jueces que investigan al partido
Ya con Aznar al frente del PP, Trillo tuvo una intervención destacada en la estrategia para desactivar el caso Naseiro. En plena semana santa de 1990, el partido, entonces en la oposición y en plena transición de líderes, se enfrentó a la detención de su tesorero, Rosendo Naseiro, por orden de un juez de Valencia llamado Luis Manglano. Había pruebas, cintas grabadas y testimonios de financiación del partido e implicación de dirigentes como Eduardo Zaplana. Pero todo quedó en nada porque las pruebas fueron anuladas. Venció la intensa estrategia del PP para desacreditar al juez y a algunos de los testigos. Por ejemplo, llevaron a uno de los implicados, Salvador Palop, concejal del PP de Valencia, ante el psiquiatra López-Ibor para presentar al juez como un desalmado que presiona a un testigo hasta un extremo intolerable. El equipo en el que estaba Trillo no paró hasta convertir el caso Naseiro en el caso Manglano (...). Si se cambia Naseiro por Correa, Manglano por Garzón y Zaplana por Camps se completa la ecuación de la estrategia de manual que ejecuta estos días Trillo. Lo mismo que hizo hace 18 años. En esa época le tocó hacer la vida imposible a Manglano y ahora a Garzón. Cumpliendo la máxima de que los argumentos son de ida y vuelta, para hacer frente a la trama de corrupción, nada mejor que presentar al juez como un corrupto. El pianista era Manglano y ahora es Garzón (...) Entre argumentos que van y vienen, exige responsabilidades políticas a Bermejo, denuncia a Garzón y arremete contra el jefe de la Policía Judicial, mientras mantiene contacto fluido con el ministro Rubalcaba sobre lucha contra ETA. Y al sastre de Camps le aplica la misma medicina que a Palop para desacreditar su testimonio.
EL PAIS, 22,03,09
Fernando
Garea no hace más que confirmarnos con datos lo que muchos sospechábamos desde que empezaron a destaparse los casos de corrupción que rodean al
PP: que todas las informaciones que están siendo publicadas desde EL MUNDO y
ABC tienen el mismo origen y fin.
El asunto presenta además un orden cronológico evidente: primero las amenazas de Trillo al juez de presentar contra él una
querella por prevaricación si no dejaba el caso en unos días. A partir de este momento las informaciones contra Garzón se
suceden en los medios afines al
PP:
El Mundo,
La Razón,
Libertad Digital,
ABCTrillo está donde está porque allí lo puso
Rajoy. Y lo
puso ahí para que hiciera el trabajo que está haciendo.
Pero no sólo ha sido Trillo quien se ha puesto en la delantera de la persecución contra Garzón, también lo ha hecho
desde un principio María Dolores de Cospedal. No sólo eso, sino que, tras recobrar la mayoría absoluta en
Galicia, el
PP se ha visto sobrado e incluso la misma
De Cospedal exigió disculpas a Garzón ¡por el caso del lino!
La misma persecución que ha sufrido Garzón la está sufriendo ahora,
desde los mismos medios “informativos”, el sastre José Tomás.
Con estos mimbres, sin complejos, no es de extrañar que Mariano haya dado carpetazo a la investigación del espionaje en la
Comunidad de Madrid.
Por lo que a mí respecta, después de ver todo lo sucedido desde que se empezaron a suceder los casos de corrupción (presunta) y espionaje (presunto) que acosan al
PP y de leer el artículo de Fernando
Garea, el
PP me inspira más temor que antes (que no era poco), porque manifiesta un comportamiento que me recuerda más al de la mafia que a al de un partido democrático.
Si alguien tenía alguna duda respecto al giro al centro
pepero, con la lectura del artículo de
Garea se le debería haber cualquier atisbo de duda. Al fin y al cabo,
Rajoy no es más que un peón de una forma de entender la política que nació con la llegada al liderazgo del
PP de José María
Aznar.
Si el
PP de Mariano se comporta así estando en la oposición, ¿de qué no serían capaces gobernando? No tenemos que hacer mucha memoria para recordar lo que representaron los 8 años de
aznarato. Esta semana pasada Mariano Rajoy ha demostrado que el PP, al contrario de lo que nos querían hacer crer, no ha cambiado nada.
(Si queréis
menear el artículo de Garea, podéis hacerlo
aquí).