Comienza tal que así:
“Paco, enchufa a mi secretario”, le dijo Aznar a Correa cuando era presidente
A mí el muchacho abuelo de los abdominales y las pulseritas horteras no me la da con queso. Le tengo tabulado hace muchos años. Puede engatusar e incluso acojonar a los nuevos entrevistadores que caen rendidos de hinojos ante el rayo divino que desprenden sus ojos; puede, incluso, reescribir una historia mítica que nunca tuvo, salvo en el abuso del poder que le llevó a tener ganapanes a sueldos públicos que cantaban sus glorias (Medalla de Honor del Congreso, profesor en Geortown, todo ello regado con dinerete nuestro) etc, porque al fin y a la postre siempre fue "the boy next door", el chico de al lado que nunca destacó por nada.
Y, dirigiéndose al ex presidente, termina de esta manera:
Así que, campeón de todo, déjate de cuentos y chistes baratos. Nadie te ha dilapidado, ni injuriado, ni calumniado gratuitamente. Reconoce la verdad por una vez en tu vida. Simplemente no eres lo que te crees. Fuiste mediocre y no sabes ser una personal normal.
La historia, gran conducator inmarcesible, no es como tú la cuentas ni como la relatan tus deudos. No. La verdad es una. La corrupción y el aprovechamiento del poder estuvo siempre a tu alrededor. Y esto es irrefutable. Te pongas como quieras, gran conducator. Y ni todo el dinero que manejaban entonces en fondos reservados o de reptiles ese dúo inexportable Aragonés/Timermans es capaz de hacer cambiar una realidad perfectamente descriptible y desoladora para tu recuerdo en la Historia. Que necesariamente será pequeño.
Ni siquiera te he sacado Irak. Ni te he dicho quién organizó y pagó la Boda de El Escorial.
Entre estos párrafos, un artículo que hay que leer de la primera palabra a la última y al que podéis darle un meneo.
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