jueves, 31 de julio de 2008

Una de cal.. y otra de arena

Un plan de juguete
Industria ha perdido la oportunidad de imponer un programa serio de ahorro energético
El ministro de Industria, Miguel Sebastián, ha presentado en el Congreso un conjunto de medidas, propuestas y recomendaciones titulado Plan de Ahorro Energético. Recoge el listado 31 disposiciones de carácter variopinto, como ampliar el plan de renovación de la flota de vehículos con más de 15 años de antigüedad, sustituir las bombillas tradicionales por las de bajo consumo -se regalará una bombilla con el recibo de la luz a cambio de un vale-, promover los vehículos eléctricos, ampliar el horario del metro los fines de semana o garantizar la cobertura de los móviles en el suburbano, conducir con las ventanillas subidas o incentivar el uso de la bicicleta. De todas las propuestas (y muchas de ellas no son competencia directa del ministerio, es decir, son meras recomendaciones), la más eficaz, y no lo es mucho, es la de limitar un 20% la velocidad de acceso a las grandes ciudades y en las vías de circunvalación (ésta es de las que no son competencia suya), similar a la que ya se aplica en Cataluña.

Difícilmente puede calificarse de Plan de Ahorro un rosario semejante de medidas dispersas; y más difícil de creer resulta que así se vaya a reducir el consumo de petróleo en 44 millones de barriles entre 2008 y 2011. Un país en el que el consumo de energía eléctrica no deja de crecer año tras año y la dependencia del petróleo importado ronda el 85% no puede conformarse con un catecismo de buenas intenciones desarrollado en 31 píldoras inocuas, propias del manual de instrucciones de un electrodoméstico. Es lógico suponer que Industria conoce la patente ineficacia del plan, así que sólo cabe deducir que reconoce que las medidas más serias para reducir el consumo de energía tienen un coste político que el Gobierno no está en condiciones pagar.
El ministro se contradice cuando anuncia que estamos ante el tercer shock del petróleo y, al mismo tiempo, presenta un plan de ahorro que en ocasiones roza la puerilidad. Si quiere ahorrar energía de verdad, dispone de políticas de precios para desincentivar el consumo, de capacidad de negociación para recomendar que se cierre el centro de las ciudades al tráfico o que se articule un sistema de auditorías energéticas que prime la eficiencia en la producción. Eso para empezar. Si estamos ante el tercer choque petrolero, con las medidas de juguete propuestas, la crisis durará bastante más de lo previsto.

Ahorro energético
A veces las ideas más simples son las más efectivas. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, nos propone para ahorrar energía que levantemos el pie del acelerador, que compremos vehículos híbridos y eléctricos y que utilicemos bombillas de bajo consumo. Algo que, sinceramente, me parece estupendo si con ello conseguimos reducir en 44 millones de barriles el consumo que hacemos de petróleo, según sus cálculos.
Leo también en la prensa que la Unión Europea está estudiando hacer un ambicioso proyecto: mediante la instalación de paneles solares en el Sáhara se pretende abastecer en pocos años las necesidades eléctricas de toda Europa. Aseguran los expertos que esta iniciativa es del todo viable.
Me alegra comprobar que el tándem austeridad-energías renovables funciona y que nos va a ayudar a salir de la crisis energética en la que nos encontramos. No entiendo por qué estas ideas se han estado rechazando durante tanto tiempo.

Personalmente no me parece mala la idea de regalar dos bombillas de bajo consumo por familia. El resto del plan tiene buenas intenciones cuyo acierto no me atrevo a calibrar.

Hace algo más de un mes la prensa informaba de un plan del alcalde socialista de París para crear una red de alquiler de coches eléctricos en esa ciudad para el año 2009. Me parece una gran iniciativa y creo que se debería contemplar seriamente en este país hacer algo similar en las grandes ciudades, para posteriormente extenderlo al resto.

Al margen de esto, desde hace años circunlan por Madrid autobuses alimentados por electricidad, ¿por qué no extender más este sistema de transporte público?

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Felipe,

Yo opino que la mayoría de las 31 medidas propuestas son positivas. Con respecto al regalo de dos bombillas me parece una idea propia de Zapatero, vamos una chorrada.

Veremos que ha pasado en un par de años con las medidas propuestas.

Buen fin de semana.

Anónimo dijo...

¡Qué importa que el banco se quede con su casa, o que tenga que cerrar su pequeño comercio: usted vive en un país que es la envidia del mundo mundial por su compromiso con los valores eternos del progresismo: el mestizaje, el talante, la tolerancia, la paz perpetua y la fraternidad universal! ¿Acaso no le parece suficiente, pedazo de facha?
Pablo Molina

Anónimo dijo...

Si queréis reiros un poco mas con el tema de la crisis:
http://findesemana.libertaddigital.com/decalogo-para-afrontar-la-nocrisis-1276235231.html

Felipe.G dijo...

Miguel Ángel, estoy contigo, aunque creo que la medida de las bombillas tendrá un efecto positivo y de concienciación. Es la medida comercial del plan, la más visible, y tendrá su efecto.

Carolus Primus dijo...

Buenas Felipe,

Sin duda, acierte o no, este gobierno se está tomando en serio eso de buscar alternativas energéticas al fósil.

Mas vale tarde que nunca.

Los de PRISA no han respetado ni el luto debido al padre, Jesús de Polanco. El plumero lo tienen demasiado abierto para que no se les vea. Hace tiempo que los tengo considerados como un grupo de comunicación mas de la derecha. Aunque aún no destacan cortando cabelleras como el Séptimo de Caballería de Pedro Jota, no tardarán mucho en ponerse a su altura. Al tiempo.

Saludos.

Carolus Primus dijo...

Postdata:

Es posible que algún burro vuele, pero los bancos subastan siempre las casas de los que no pueden pagar haya crisis o no la haya. Y dudo mucho que un pequeño comercio cierre si lo dirige un buen profesional, en todo caso el profesional vende antes el Ferrari, por poner una marca, que le regaló a su nene por Navidad que cierra el negocio.

Si es por la construcción ya se sabía de hace años que pincharía por estas fechas, si no que se lo pregunten al que vendió FADESA a MARTINSA.

Lo del petroleo mejor preguntarselo a Aznar porque sube el precio.

Y lo del alza de los precios preguntarselo a los amigos de Rajoy, queson los que se han puesto las botas.

No es malo tener alguna crisis de vez en cuando, por lo menos se sabrá lo que vale un peine.

Aunque este país ya se sabe, es el más "contaminado", en billetes de 10 euros, de polvo blanco. Podrían ahorrarse ese gasto, pero seguro que es lo último, después de la litrona (botellón)-

Salud y Alegría.