miércoles, 13 de octubre de 2010

Lo que ahora es “libertad de expresión” antes era “absolutamente impresentable”

Veamos lo que opinaba la lideresa de los fachas de las NNGG de Madrid de los pitidos a las instituciones hace tan solo unos meses, concretamente tras la final de la Copa del Rey de Baloncesto:
"Todo eso me parece absolutamente impresentable", valora la presidenta de la Comunidad de Madrid
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha calificado de "absolutamente impresentables" la pitada y los abucheos que ayer recibieron los reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía durante la final de la Copa del Rey de Baloncesto, que se celebró en el BEC de Baracaldo. Según Aguirre, se trata de una actitud igual de reprobable que los "insultos" que recibió la pasada semana el ex presidente del Gobierno José María Aznar.
Público.es, 20.02.10

No hemos escuchado ninguna palabra de apoyo al presidente del gobierno por parte del líder de la tropa mariana, tan locuaz en otras ocasiones, en concreto tras los pitidos al himno de España durante final de Copa del Rey de Fútbol del pasado año:
Por su parte, el líder del PP, Mariano Rajoy ha lamentado lo que ocurrió en Valencia. "La inmensa mayoría de los españoles, voten lo que voten, están con el Rey, con España y con el himno nacional", pese a los abucheos.
Cope.es, 14.05.10

1 comentario:

Gato Garduño dijo...

"Zapatero al paredón, Zapatero dimisión"
Este era el ruido de fondo que se escuchaba hace unos años, cuando España se rompía por la ley del aborto, el estatuto catalán y la entrega del estado a ETA.
El lider Mariano presidió uno de estos akelarres sabatinos, casi bajo palio y calificó el ruido de "hermoso".
En el día del "Coñazo Nacional" seguramente ha vuelto a experimentar aquella misma emoción orgásmica cular. Le huele ya el culo a presidente.
Su patriotismo y marchamo democrático le ha llevado a estar pidiendo permanentemente la dimisión del Gobierno emanado de las urnas, de sus ministros y la petición de elecciones anticipadas para poder mejor "salvar a España".
Es una libertad de expresión cuyo punto álgido tiene lugar cuando patalean en el Congreso para dificultar la expresión que a ellos no le interesa y cuando aplauden en el mismo templo profanado de la democracia para celebrar la invasión y bombardeo de Irak.
El siguiente elemento de la secuencia es ocultar la corrupción institucionalizada en el partido podrido y echarle la culpa a Garzón, al Fiscal General y al Ministro del Interior.
¡Viva el fascismo centrado!